El camino del emprendedor: 5 etapas previas al éxito
El emprender implica aprender a tomar riesgos, abrir nuevas puertas y recorrer caminos desconocidos e inestables.
Un emprendedor lucha por conseguir algo nuevo, diferente a lo que acostumbra en su vida diaria. Es verdaderamente un reto vivir el proceso que implica convertirse en un emprendedor, pues se atraviesa por distintas etapas a las cuales uno jamás termina de acostumbrarse del todo.
Sin embargo, para un emprendedor es necesario pasar por todas ellas y aprovecharlas al máximo, para que después de todo el esfuerzo, le sea posible alcanzar el éxito y cumplir sus metas.
¿Quieres saber cuáles son las etapas por las que tiene que pasar un emprendedor antes de llegar a la cima? A continuación de las presentamos:
Luna de miel
Ésta es la etapa en la que el emprendedor está completamente enamorado de su proyecto, donde no puede encontrar en él ni un solo defecto, y ha planeado todo de manera tan precisa que asegura que nada puede salir mal.
Es una etapa de optimismo donde la motivación y la adrenalina de comenzar con algo nuevo contagian al emprendedor de entusiasmo y emoción.
Sin embargo, no todo es color de rosa, y la luna de miel se acaba más temprano que tarde. Después de ésta, viene la siguiente etapa…
Abrir los ojos ante el desafío
Una vez que el emprendedor ya ha comenzado a luchar contra la corriente, se dará cuenta de que las cosas no siempre (en realidad, muy rara vez) van a salir exactamente como las planeó desde un principio.
Lo más viable parece improvisar, pero tampoco es la mejor opción cuando el emprendedor está desinformado y se queda corto de ideas.
Es aquí cuando abre los ojos, para llegar a la conclusión de que su proyecto no es perfecto. Comienza a ver los defectos que han impedido el funcionamiento ideal desde que puso en marcha sus planes.
Y después, viene la peor parte…
Crisis existencial del proyecto
Y aquí es cuando el emprendedor se pregunta a sí mismo; “¿realmente vale la pena el sacrificio? ¿Es esto lo que esperaba?” Éstas y más preguntas pueden atormentar por días, semanas o meses a un emprendedor cuyos planes no resultaron como él deseaba.
Aquí es donde el emprendedor se rinde, o decide retomar sus fuerzas para seguir intentando sacar adelante sus planes.
Y es entonces, cuando ocurre lo siguiente…
Reestructuración del proyecto
Habiendo evaluado los puntos débiles en el plan inicial, el emprendedor comienza a hacer las modificaciones pertinentes para que su proyecto, sin perder su esencia ni su propósito principal, pueda desarrollarse adecuadamente y tener éxito en el medio de su interés.
Ésta es una etapa importante y de mucho aprendizaje, pues es cuando el emprendedor comprende cómo funciona el medio realmente; y toma decisiones cruciales para que su proyecto no deje de ser lo que él desea, pero igual pueda evolucionar sin morir en el intento.
Y finalmente, la última etapa…
Determinación + motivación
En esta última etapa, el emprendedor ya ha aprendido de sus errores, ya ha comprendido que lograr sus metas no es nada fácil, y ha hecho cambios y esfuerzos que lo han impulsado al siguiente nivel; estando cada vez más cerca de convertir su proyecto en realidad.
El emprendedor es consciente de que tiene que seguir esforzándose, y de que el terreno hacia la realización de sus sueños es inconsistente e impredecible; pero que, a pesar de ello, cada día está un paso más cerca de lograr sus objetivos.
Como emprendedor, lo primordial siempre será creer en tu proyecto y en ti mismo. Puede que, con frecuencia, haya que hacer cambios tanto en tus planes como en tu persona, pero recuerda que adaptarse no es fracasar, sino crecer y mejorar.
Para emprender hace falta valor, fuerza de voluntad, ¡y mucha convicción de que tus sueños son posibles!